Ni bien entré al hogar con mi mamá nos presentaron a los niños, la persona que me había invitado les dijo que estábamos para visitarlos y compartir un rato, un niño de once años respondió diciendo "sí, ya sé que nos vienen a visitar" mirando hacia abajo, rápidamente vinieron todos a ver quiénes éramos, una niña de unos seis años me toco el cabello y me dijo que lo tenía muy largo como Rapunzel y que era muy suave, le agradecí mientras le dije que su cabello también era muy lindo, se quedó callada por un instante y tras dudar un poco hizo su primera pregunta: "¿tu mamá te pega?" creo que el motivo de por qué estaba allí se hizo presente los primeros minutos. Le respondí que no, que nadie debe de pegarle a nadie y que ella tampoco debía de hacerlo, se quedó pensando y reflexionando en mi respuesta, no me entendía del todo, a lo que me responde: "¿en serio? ¿de chiquita tampoco?" a lo que le digo lo mismo, nadie debe de pegarle a nadie.
Los niños se turnaban para conocerla a mi mamá y a mí, otra niña de casi la misma edad se acercó y comenzamos a jugar al típico juego con las manos: "mari mari po po mari mari sa sa mari po mari sa mari po sa" le decía "más rápido" y se moría de la risa al ver que ninguna podía, otro niño se acercó y dijo que él también sabía jugar, se sumó y empezamos con otra canción: "choco choco lala choco choco tete choco la choco te chocolate".
Unos niños pegaban, otros mordían, otros repetían constantemente los órganos femeninos y masculinos, y con solo observar la actitud de cada uno podía ver que detrás de cada cosa que hacían había una historia, había un porqué, cada uno tenía un trauma, un dolor, una marca, algo que aprendieron en el pasado y lo repetían ahora.
Dos niñas me hacían trencitas, dividí mi cabello y una estaba de cada lado, peleándose por ver quién era "mejor peluquera".
Por todos lados escuchaba un: "mirá lo que puedo hacer", uno que se colgaba de la casita de juguete, otro que andaba en monopatín sin caerse, otro que pateaba la pelota y la agarraba en el aire, otro que abría los ojos en el agua, otro que se mantenía de pié sobre una parte de la misma casita, no tenía ojos para mirar a todos a la vez.
Los más chiquitos se fueron a dormir la siesta, y los más grandes se quedaron un rato más en la piscina, una de las niñas, quien no se quiso mojar se sentó al lado nuestro y nos contaba que el padre le pegaba siempre, que extrañaba a la mamá y a sus hermanos, y entre juegos y adivinando de qué color era el juguete nos contaba su historia de vida, todo lo que tuvo que pasar siendo tan pequeña.
Después vinieron unos niños con un juguete grande en la mano y cerrando las dos manos me decían "¿en qué mano está?" se veía claramente en cuál estaba pero a veces le decía la mano equivocada para que se rieran y dijeran "no, acá está, ¡gané!"
Un niño de once años, del que hablé antes, tenía un comportamiento que me llamaba la atención, pocas veces te miraba a los ojos y te hablaba tanto de un tema en particular que parecía saber absolutamente todo, pregunté si estaba diagnosticado con autismo o algo similar y me dijeron que le hicieron tests psicológicos pero lo de él, solo eran traumas.
Vi niños viviendo en un ambiente en donde ya no hay violencia, en donde ya nadie los maltrata, pero vi niños con traumas, con marcas emocionales difíciles de superar y niños carentes de amor de una familia, niños que esperaban años para ser adoptados. Niños que fueron separados de sus hermanos dejándolos en el hogar y adoptando solo a quienes eran bebés.
Un niño muy entusiasmado me comentó que ya tiene una familia, ya tiene a alguien que lo quiere adoptar. Los niños merecen y necesitan una familia. Muchas parejas buscan solo bebés pero los más grandes también necesitan protección, consuelo, amor, que en un hogar, si bien pueden darle un techo, comida, juguetes, no pueden prestarle la misma atención ya que son muchos.
Sé que ellos van a poder romper ese ciclo de violencia y salir adelante, pero para eso necesitan ayuda.
A la hora de decidir adoptar a un niño/a se suele hablar de que es mejor un bebé "para enseñarle nuestras costumbres" y porque no tiene un pasado trágico y traumático que necesite de tratamiento, pero aquellos niños que sí lo tienen, también tienen derecho a crecer en una familia que les enseñe que no todas las personas son malas. En la actualidad (octubre del 2019) se sigue buscando una familia para el niño de ahora, doce años, quien fue separado de sus hermanos menores a quienes sí quisieron adoptar por ser más pequeños. Él sigue. Esperando una oportunidad.
Por todos lados escuchaba un: "mirá lo que puedo hacer", uno que se colgaba de la casita de juguete, otro que andaba en monopatín sin caerse, otro que pateaba la pelota y la agarraba en el aire, otro que abría los ojos en el agua, otro que se mantenía de pié sobre una parte de la misma casita, no tenía ojos para mirar a todos a la vez.
Los más chiquitos se fueron a dormir la siesta, y los más grandes se quedaron un rato más en la piscina, una de las niñas, quien no se quiso mojar se sentó al lado nuestro y nos contaba que el padre le pegaba siempre, que extrañaba a la mamá y a sus hermanos, y entre juegos y adivinando de qué color era el juguete nos contaba su historia de vida, todo lo que tuvo que pasar siendo tan pequeña.
Después vinieron unos niños con un juguete grande en la mano y cerrando las dos manos me decían "¿en qué mano está?" se veía claramente en cuál estaba pero a veces le decía la mano equivocada para que se rieran y dijeran "no, acá está, ¡gané!"
Un niño de once años, del que hablé antes, tenía un comportamiento que me llamaba la atención, pocas veces te miraba a los ojos y te hablaba tanto de un tema en particular que parecía saber absolutamente todo, pregunté si estaba diagnosticado con autismo o algo similar y me dijeron que le hicieron tests psicológicos pero lo de él, solo eran traumas.
Vi niños viviendo en un ambiente en donde ya no hay violencia, en donde ya nadie los maltrata, pero vi niños con traumas, con marcas emocionales difíciles de superar y niños carentes de amor de una familia, niños que esperaban años para ser adoptados. Niños que fueron separados de sus hermanos dejándolos en el hogar y adoptando solo a quienes eran bebés.
Un niño muy entusiasmado me comentó que ya tiene una familia, ya tiene a alguien que lo quiere adoptar. Los niños merecen y necesitan una familia. Muchas parejas buscan solo bebés pero los más grandes también necesitan protección, consuelo, amor, que en un hogar, si bien pueden darle un techo, comida, juguetes, no pueden prestarle la misma atención ya que son muchos.
Sé que ellos van a poder romper ese ciclo de violencia y salir adelante, pero para eso necesitan ayuda.
A la hora de decidir adoptar a un niño/a se suele hablar de que es mejor un bebé "para enseñarle nuestras costumbres" y porque no tiene un pasado trágico y traumático que necesite de tratamiento, pero aquellos niños que sí lo tienen, también tienen derecho a crecer en una familia que les enseñe que no todas las personas son malas. En la actualidad (octubre del 2019) se sigue buscando una familia para el niño de ahora, doce años, quien fue separado de sus hermanos menores a quienes sí quisieron adoptar por ser más pequeños. Él sigue. Esperando una oportunidad.
eso es horrible, por qué lo hacen? a nadie le gustaría ser separado de sus hermanos. Debería haber alguna ley o algo que los proteja y que no sea posible adoptar a un solo hermano, dejando a los otros. me parte el corazón.
ResponderEliminarMientras leía tu relato, sentí un montón de ganas de adoptarlos a todos.
Me encantaría algún día poder hacer algo para ayudar a cada niño que pasa o paso por distintas situaciones
ResponderEliminarCuando tenga una casa voy a adoptar
ResponderEliminarCUANTA TRISTEZA, ANGUSTIA, DOLOR, AUSENCIA, NECESIDAD TIENEN ESOS NIÑOS - HERMOSO GESTO DE IR A VISITARLOS CON TU MAMA
ResponderEliminar♥️
ResponderEliminarLa realidad triste es esa de muchos infantes es esa... La gran mayoría de ellos han sido sacado de sus hogares por razones de decadencia física emocional, desnutrición,violencia abuso. Y el sistema que usan es muy escaso para dar con personas de bien... Que quieran tener alguno de ellos en sus casas.. Debido a que la gente los discrimina por que. Piensan que un bebé lo pueden criar a su manera y que no les dara según ellos "problemas", por que piensan que un infante un poco más grande tienen malas costumbres, según ellos aprendidas de sus padres, no se informan que lo único que necesitan es amor
ResponderEliminarEl amor es capaz de trasformarlo todo incluso a una persona más un infante
Lastima que a muchos que queremos adoptar nos den tantos odstaculos para poder hacerlo son procesos de mucho tiempo.
Lastimosamente también hay corrupción en muchas entidades de adopción
Cómo quisiera que fuera fácil la adopción hasta para quienes estamos solteros, pero es tan burocrático el proceso que ni las parejas con todos los requisitos les es fácil lograrlo...
ResponderEliminarWow! Hiciste aquello q yo tanto anhelo hacer, llevar una sonrisa a niñ@s que lo necesitan! Sigue adelante..
ResponderEliminarAcabé de leer tu publicación. Tienes muchas razón en que todos los niños merecen una oportunidad de tener un hogar... en mi país es bien difícil la adopción, tan burocrático.., yo por mi parte, con el corto tiempo que tengo, pues soy mamá, esposa, profesional trato de ayudar y regalar una sonrisa a los niños, apoyo a fundaciones que luchar por los derechos de los niños y los albergan... pues considero que la base toda sociedad está en los niños... admiro de igual forma tu trabajo y sigue adelante, pues has demostrado que a pesar de las adversidades eres una persona muy valiente... un abrazo
ResponderEliminarGracias por compartir todo esto con nosotros! Eres muy valiente!!
ResponderEliminarÁnimo
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