lunes, 21 de octubre de 2019

La maestra y la niña que dibujaba en clases (cuento)

Era un lunes por la mañana y como de costumbre, había llegado temprano al salón de clases, faltaban unos minutos para que mis alumnos empezaran a llegar y hasta que se acomodaran para entrar al salón, tenía un buen rato para adelantar los trabajos y exámenes que me habían quedado pendientes y no había corregido. Los iba a calificar en ese momento ya que conociendo a mis alumnos estarían ansiosos por saber cuál fue su calificación.
Todos los niños habían sacado notas similares, pero Sofía de nuevo se había equivocado mucho, es raro en ella, tiene mucho potencial para las matemáticas pero últimamente una simple suma o resta se le hacía muy complicado. La había estado observando en el examen y pasó más tiempo viendo la hoja en blanco que realizando los ejercicios. Le corregí los errores y escribí que siguiera esforzándose por mejorar cada día más, no me gusta la idea de humillar a los niños y escribir que desaprobaron con un marcador en color rojo y que ocupe casi toda la hoja. 

Dibujo por: "Canticuénticos" (hay secretos)
Al ser pocos niños terminé casi de inmediato, ellos empezaron a llegar y a acomodarse en sus lugares, como siempre, entran al aula hablando a los gritos, riéndose, por lo que tuve que pedirles en varias ocasiones que mantuvieran la calma. Antes de empezar la clase un alumno me preguntó si ya tenía las calificaciones, a lo que respondí que sí, pero que las daría una vez terminada la clase. 
Sofía parecía estar más cansada de lo normal, luego de un fin de semana los niños suelen llegar a la escuela con más energías y con ganas de contar lo que hicieron esos días, pero ella parece que no la había pasado muy bien. 
Me dispuse a comenzar con el tema del día y todos observaban atentamente mi explicación, nadie escribía nada en sus cuadernos ya que estaban intentando entender el tema nuevo, pero logré ver que Sofía tenía su cuaderno abierto y estaba dibujando. Desde lejos le dije que prestara atención así podía comprender todo, pero ella solo se disculpó y siguió mirando su cuaderno, ya sin dibujar. 
Fui hasta donde estaba ella para ver qué es lo que había estado dibujando y en una hoja arrugada se veían trazos negros y dibujos de monstruos, como si estuviera replicando una película de terror. 
Al acercarme pude ver unos moretones en sus brazos, según ella, se había caído, pero eran tantas cosas extrañas que no pude ignorar las señales. 
Cuando sonó el timbre del recreo todos salieron disparados hacia el patio menos ella, por lo que aproveché para sentarme a su lado y preguntarle qué estaba sucediendo.


-No me pasa nada, maestra, solo me caí -me respondió mientras agachaba la cabeza.
-Más allá de eso, Sofía, tu rendimiento escolar está bajando, y hoy no pudiste prestar atención por estar dibujando.
-Sí, perdón, no lo vuelvo a hacer. 
-No se trata de eso, sino que me preocupa saber que podés estar pasando por una situación difícil que no te permite concentrarte... -hice una pausa al ver que no había respuesta y continué- y ese monstruo, ¿es de una película? 
-No, no era un monstruo, dibujé a mi papá. -Dijo después de mantenerse en silencio y dudar en su respuesta por unos cuantos segundos. 
-¿Él tiene esas garras tan grandes y cara de enojado?
-Sí, porque yo me porto mal y me castigó.
-Bueno, apenas tenés siete años, es normal que a veces hagas travesuras y puede que él se enoje un poco, ¿por qué motivo te castigó?

El silencio se hizo presente una vez más, pero esta vez fue más prolongado y veo que una lágrima cae por su mejilla después de unos instantes. 

-Me castigó porque soy aburrida y no lo amo. -responde con la voz cortada.
-¿Vos pensás así o él te dijo eso, Sofi? -le pregunto tratando de mantener la calma para no ponerla más nerviosa y preparándome para una de las respuestas más dolorosas. 
-Sí, él me lo dijo porque lloro cuando me hace cosquillas feas y le digo que no me gusta ese juego, él me dice que si lo amo debería de obedecerlo sin quejarme. 
-¿Él fue quien te pegó en el brazo? 
-No, maestra, la verdad es que no me caí... fue mi mamá. Yo estaba jugando con papá y grité muy fuerte, ella me escuchó y entró a la habitación, yo le juré que no quería jugar así pero ella me pegó.
-¿A qué estabas jugando con tu papá? -le pregunto aun sabiendo la respuesta.
-¡A las cosquillas! pero no es gracioso porque él se saca la ropa y me saca la ropa a mí también, y las cosquillas que me hace no son en la panza. Le dije a mamá que yo no quería pero ella se enojó mucho conmigo. 

Un nudo en la garganta me impidió seguir preguntando. Todos los niños volvían contentos por haber pasado un fin de semana en familia, y la pequeña Sofía había estado viviendo un infierno. Le agradecí por haber confiado en mí y le prometí que nunca más iba a tener que pasar por eso, le expliqué que no era un juego sino un delito, y que su mamá también estaba equivocada. Es difícil para ella entender lo que estaba sucediendo pero yo había prometido ayudarla y así sería. 
Mientras Sofía se quedó dibujando en lo que terminaba el recreo fui a hablar con el director sobre esto y le pedí que hiciéramos algo. Él se lamentó por la situación pero decidió que lo mejor era dejarlo pasar ya que él tendría que poner la cara en la comisaría y tenía miedo de que lo que dijera la niña no fuera cierto. 
Indignada por su reacción decidí ir a poner una denuncia por mi cuenta, estaba en mis manos la vida de una niña, era la única que podía ayudarla, ignorar sus pedidos de ayuda sería volver a abusar de ella y de sus derechos de crecer en una familia en donde no haya maltratos. 
Quien me tomó la declaración luego de escucharme me dijo que lamentablemente en estos casos no se puede hacer demasiado, que quizás lograrían la visita de una asistente social pero que si la niña no manifestaba haber pasado por eso, no podían proseguir con la demanda. Sofi estaba aterrada, su padre abusaba de ella y la madre lo encubría, ¿cómo iba a poder enfrentarse a ellos siendo tan pequeña? está más que claro que ella diría que todo era una mentira, y no porque lo fuera, sino porque el temor te paraliza. 

-Si tuviéramos pruebas de que lo que dice es así, podríamos continuar, de lo contrario, lamento no poderla ayudar. -me dijo aquella persona mientras me invitaba a salir. 
-Conozco el sistema judicial, señor. Lo único que pueden hacer es preguntarle si está siendo abusada frente a sus abusadores quienes seguramente la tienen amenazada, ella confió en mí y me pidió que nadie más lo supiera, le prometí dos cosas; primero, protegerla, y segundo, para que estuviera tranquila, no revelar su secreto. Pero en lo último rompí la promesa, porque ¿sabe qué? desde que me senté a su lado sospeché de lo que estaba ocurriendo y decidí grabar con mi celular un audio donde me confesaba todo. ¿Ahora sí puede hacer algo?

Es más fácil llamar a los padres y pedirles que los niños vayan a apoyo de matemática y gritarle por estar dibujando en clase que acercarnos a los alumnos para ver qué les sucede en realidad y por qué están comportándose así, por qué están más agresivos, o más callados, por qué faltan tanto a clases, por qué no pudieron llevar la tarea... pero si un niño/a está pasando por una situación de maltrato ya sea en la casa o en la misma escuela, y no entiende lo que sucede, ¿cómo va a entender las matemáticas? 

27 comentarios:

  1. Te felicito. Muy bien relato, me atrapó, me algustió y el final me sorprendió. Mensaje terriblemente real y claro. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Que triste porque lo que esta pasando, ojalá u la maestra, la ayude, pero es más horribles que tú propia madre no te crea, aparté te golpea.

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso escrito. Es lamentable y triste que muchos niñ@s esten pasando por esa situacion.

    ResponderEliminar
  4. Mi vida,no puedo ni imaginar lo difícil que debe ser para vos el día a día,el seguir adelante después de todo lo vivido...la gente trata de ser amable y condescendiente pero no te logran comprender,y quisieras olvidar pero no se puede,y el recordar es casi como un dolor físico.
    Te deseo todo el amor del mundo,y que a través de la terapia y el apoyo de los que bien te quieren puedas sanar de alguna forma.
    Cuando quieras charlar,acá estoy.

    ResponderEliminar
  5. Wooow... muy buen escrito Felicidades por ese don que tienes

    ResponderEliminar
  6. Que pena por que es la historia de muchas niñas y niños gracias por luchar para que la gente entienda que los niños siempre deben de estar protegidos y no dejarlos al cuidado tan a la ligera de los que creemos nunca les harían daño

    ResponderEliminar
  7. Realmente es un buen escrito lleno de verdad,es el más grande miedo cuando eres madre de una niña, preguntarle que le pasa a diario, con quien estuvo, como la abrazan, por que se supone que la familia es para protegernos, apoyarnos, no para hacernos daño, y digo se supone por que en muchos casos como este es tu familia quien te daña, lo peor lo esperas en la calle, nunca en tu propia casa. Como alguien le puede hacer tanto daño a un ser indefenso, en que parte de todo eso le encuentra placer, nunca he entendido, pero al menos yo, si fuera la madre de la niña, lo mató, lo mató antes de que le pueda poner una mano a mi hija.

    ResponderEliminar
  8. La responsabilidad de un docente que conoce la situación de su alumno es abrumadora, debo investigar cómo proceder legalmente en país ante una situación similar que se me pueda presentar debido a mí profesión. Gracias por el relato.

    ResponderEliminar
  9. TE ENTIENDO QUERIDA MICA, PERO TANTAS VECES LOS DIRECTIVOS O GABINETE NO NOS INFORMAN A LOS DOCENTES Y DESCONOCEMOS LO QUE LES PASA A NUESTROS QUERIDOS ALUMNOS . PIDO PERDON POR LO QUE DE MI PARTE ME TOCA

    ResponderEliminar
  10. Muy interesante relato, para quienes ya somos padres, debemos conocer los peligros, que muchas veces se encuentran justo allí en la familia.Saludos mica desde el estado de puebla

    ResponderEliminar
  11. Siempre te leo, la verdad te mereces ese pago .
    Espero que cumplas tu sueño!

    ResponderEliminar
  12. Es normal querer matar e los abusadores?? A mis 40 años tengo tantas ganas y ahora si el dinero para hacerlo

    ResponderEliminar
  13. Primera vez que entro a tu pagina y es me parese muy interesante por q tengo dos hijos niño y niña y no se q aria si algien me les hace algo asi es lo mas feo q puede haber

    ResponderEliminar
  14. Pase algo muy triste cuando era chica 6,7 años ,mi padrino me hacía el famoso juego de las cosquillas ,nunca se lo conté a nadie hasta el día de hoy ,para que nadie salga lastimado, pero hoy tengo 28 años y me sigue doliendo tanto el alma cada vez que recuerdo eso,un gusto amargo viene a mi,aunque ya bien muerto esta el,hoy tengo hijas gemelas de 10 años y siempre le digo que pueden confiar en mi no dejo ni siquiera que vallan a una piyamada, por las noches las cuidó, el solo pensar que alguien podría hacerle lo que me hicieron a mi no lo soportaría, pienso me mataría,o no se... en fin como te arruina la vida todo esto,hoy sufro muchos ataques de pánico, gracias a todo ese maldito pasado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una recomendación, si podés, sería bueno que vayas a terapia. Es obvio que el tema no está cerrado y vos te merecés ser feliz. Este tipo de cosas te marcan hasta niveles insospechados, te dejan cicatrices que muchas veces están demasiado en lo profundo y no son evidentes. Yo pasé por algo parecido a los 11 años, nunca dije nada y luego pensé que lo había superado, pero todo el dolor volvió hace unos años. Hoy sigo una terapia y es cuando me doy cuenta de cuánto condicionó ese hecho mi manera de sentir, de ver la vida y mis comportamientos actuales.
      Te mando un abrazo

      Eliminar
  15. Escribís hermoso mica Díos te siga bendiciendo.

    ResponderEliminar
  16. Ay no! Y saber que estas cosas pueden estar pasando en este momento en muchas familias ��
    Demasiado tormento para esas vidas inocentes ��

    ResponderEliminar
  17. Yo pasé también por una situación difícil, fui abusada por el que se dice es mi padre, por casi 10 años abuso de mi y siempre estuve amenazada por él de que si decía algo iba a matar a mi mamá. Mi mamá se enteró a medias cuando yo tenía 28 años, pues mi niña de casi tres años me dijo que su abuelo le tocó y yo enfurecida fui a casa a reclamarle, mi mamá escucho y se puso muy mal, no le conté todo como tal, pero días después se mostró con dudas y al parecer mi dizque papá le lavo el cerebro y me dijo que yo estaba muy pequeña que a lo mejor era imaginación mia. Es muy duro muy difícil pero tal cual lo voy a expresar por primera vez porque siento que así podré desahogarme un poco, como hubiera querido decirle a mi mamá que por más de 10 años mi papá me metía los dedos por el ano mientras se masturbaba, que cada que se le ocurría me manoseaba y me hacía caminar desnuda como en una pasarela mientras el se masturbaba, lo odio y en verdad hay cosas que no se perdonan, me da asco solo el verlo, el saber que existe ������

    ResponderEliminar
  18. Muchos saludos ☺️ mucha fuerza Dios te ayude

    ResponderEliminar