sábado, 16 de marzo de 2019

Me siguen diciendo Jorgito

Por las calles de Buenos Aires, del 2017 hasta la fecha.

Estábamos repartiendo pan dulce, turrones a las personas en situación de calle y lo encontramos a él. Le seguían diciendo Jorgito, porque desde niño vivía en ese barrio. Recuerdo que lo abracé y lloró, y yo lloré con él. No dejaba de agradecer el pan dulce, el abrazo, nos agradecía a nosotras y le agradecía a Dios. Desde ese momento no dejamos de ir a visitarlo, de llevarle algo caliente para tomar en invierno o un helado de chocolate en verano. 
Un día fui sola a verlo, estaba triste, no sabía qué carrera iba a seguir, necesitaba salir un poco de mi habitación y despejar mi mente. Me acerqué y le pregunté si me podía sentar con él, simplemente para hablar a lo que me dijo que sí. Me contó un poco de su vida, cómo había llegado a vivir en la calle, cómo hacía para sobrevivir, y a su vez, yo le contaba un par de cosas mías también. La gente pasaba y quienes lo conocían lo saludaban.

-¡Jorgito! ¿cómo va? -decía una persona que pasaba apurada pero lo conocía.
-Bien, ¡gracias! -respondía él cada vez que alguien lo saludaba desde lejos. 
-¿Todos te conocen, no? -le pregunté al ver que pasaba la quinta persona.
-Sí, yo nací en este barrio y todos me conocen como Jorgito, pareciera que no crecí nunca -me dice mientras sonríe. 

Después de hablar sobre él, sobre mí, sobre el barrio y la vida me pregunta:

-¿Y vos Miki, estás estudiando? -justo me había nombrado el tema por el cual había decidido irme y olvidar pero decidí responder de todas formas. 
-No... No sé qué puedo estudiar, empecé psicología pero quiero ayudar de otra manera, dando palabras de aliento, con una canción, abrazando a quien está solo, llevando comida a quien no tenga... Pero no encuentro una carrera así... -le respondo mientras recuerdo un sinfín de carreras que me recomendaban y ninguna me terminaba de gustar.
-Pero vos ya sabés hacer eso, lo estás haciendo ahora, y para eso, no se estudia, sale del corazón. -me responde mientras vuelve a sonreír.

Me emociona su respuesta y me quedo sin palabras, solo le devuelvo la sonrisa y le digo "gracias". Nos pusimos a escuchar música y una en particular hablaba de salir adelante, "es para vos, Jorgito" le dije. Y prometí un día llevar la guitarra.

En otra ocasión salí con la guitarra a la calle, justo pasé por donde estaba él y lo saludé. Al ver la guitarra de inmediato me preguntó si iba a tocarle una canción, su mirada llena de ganas por escuchar música hizo que dijera que sí, aunque realmente me daba mucha vergüenza cantar en la calle. Saqué la guitarra y él empezó a buscar algo, le pregunté qué buscaba y me dijo que tenía una silla pero se la habían robado, que podría sentarme ahí así no estaba en el piso que estaba sucio, le sonreí y le dije mientras me sentaba "¿importa que esté sucio?"
Se le llenaban los ojos de lágrimas mientras empezaba a tocar la guitarra y a cantar, mi mamá sin que me diera cuenta me sacó una foto y hasta el día de hoy es una de mis favoritas. 
Una vez lo llevamos a comer y le pregunté cuándo era su cumpleaños, después de dudarlo bastante recordó que era en noviembre, el 17. 
Un día antes de su cumpleaños me acerqué y le dije que teníamos una sorpresa para él, lo llevaríamos a almorzar, él emocionado dijo que sí pero a su vez creyó que su hermano, a quien no ve, pasaría a buscarlo para compartir ese día juntos, él mantenía esa esperanza de que se acordaran al menos de verlo un día, pero no llegó. 
Al día siguiente lo fuimos a buscar y al vernos empezó a contar unos billetes que le habían dado, $5, $10, nos mira y nos dice "no creo que me alcance para pagar la comida", sonriendo le dijimos que no, que nosotras íbamos a pagar. 
Le cantamos el feliz cumpleaños y todo el restaurante se sumó, vecinos que lo conocían pasaban a saludarlo, y él no dejaba de agradecer. 
Yo puedo ayudarlo con comida o ropa junto a las personas que a su vez, me ayudan a que esto sea posible, pero él me llena el alma a mí con cada respuesta. Y él mismo dijo una vez mientras comía "esto no es realmente lo que me llena, el saber que no estoy solo me hace feliz". 

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