Mi vecina me hacía trabajar y me daba solo diez pesos 💔 Mi nombre es Ramón. Cuando tenía diez años, la vecina, Doña Elena, me llamó a su puerta. Su casa olía a pan recién hecho y a cera de piso. "Ramón," dijo ella, con una sonrisa cansada, "necesito ayuda. ¿Te gustaría trabajar para mí? Te doy algo de dinero." Yo, un niño de diez años, solo pensaba en el dinero. Acepté de inmediato. Hacía tiempo quería comprarme una patineta.  Mi trabajo era barrer su vereda, limpiar el auto viejo de su hijo (un trabajo pesado) y sacar la basura más grande. A las pocas semanas, empecé a refunfuñar. "Doña Elena me pide demasiado y me paga muy poco," le dije a mi mamá. Y era cierto. Ella me daba diez pesos por la semana. Pero, además del billete, la cosa era distinta. "Ramón, veni, sentate," me decía después de terminar. Me sentaba en su cocina y ella me ponía un plato de sopa, o me daba un sándwich con jugo. Yo comía ahí y a veces me daba un extra para mis herma...