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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Necesitamos niños seguros, no acomplejados: no hables sobre el cuerpo de mi hijo/a

Necesitamos niños seguros, no acomplejados.  Muchas veces al saludar a un niño a quien no veíamos hace tiempo se nos pasa por la mente algo más que un simple "hola", agregando comentarios innecesarios y en su mayoría, hirientes. Un niño vio a su padrino luego de no haberlo visto hace meses, él lo saludó de forma amistosa y el niño le devolvió el saludo y la sonrisa, sonrisa que desapareció cuando su padrino empezó a hablar. -¡Qué grande estás! ¡Estás más gordo! hay que aflojarle a los postres, ¿eh? ¿mucha coca-cola? -dice entre risas y despidiéndose. Lo que para aquel hombre fue un simple saludo amistoso para el niño fue una puñalada. La médica le había dicho, estaba subiendo de peso debido a los medicamentos para controlar el asma, pero de a poco iría mejorando, con deporte y comiendo de forma saludable, como lo estaba haciendo, solo era cuestión de tiempo y de animarlo a que hiciera actividades para mejorar su condición física y a su vez, que también sean divertida...

Tenía quince años y estaba decidida a morir

Era una tarde del 2014. Tenía quince años y estaba decidida a morir. La vida me parecía absurda y a diario la comparaba con una cárcel, y ese día, quería escaparme de la prisión. No fue un impulso, en lo absoluto. Estuve varios días dejando de tomar la medicación que me había indicado mi psiquiatra para tratar esos ataques de pánico, insomnio, ansiedad... ningún psiquiatra recomienda dejar de tomar la medicación de golpe, no entendía el motivo hasta ese momento. Estuve escondiendo aquellas pastillas en una agenda como cualquier otra, que no llamara la atención, camuflándose entre libros juveniles y de estudio. En ese tiempo que dejé la medicación hubo días horribles pero también días agradables, donde me reía y parecía sentirme bien, pero ninguna buena calificación en la escuela ni charlar con alguna amiga me sacaba la idea de la mente. Para pasar el tiempo y como no podía dormir, mi mamá me sacaba fotos y yo sonreía, a pesar de todo, porque estaba viva, había sobrevivido, de nuev...