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Mostrando entradas de 2019

Tenía quince años y estaba decidida a morir

Era una tarde del 2014. Tenía quince años y estaba decidida a morir. La vida me parecía absurda y a diario la comparaba con una cárcel, y ese día, quería escaparme de la prisión. No fue un impulso, en lo absoluto. Estuve varios días dejando de tomar la medicación que me había indicado mi psiquiatra para tratar esos ataques de pánico, insomnio, ansiedad... ningún psiquiatra recomienda dejar de tomar la medicación de golpe, no entendía el motivo hasta ese momento. Estuve escondiendo aquellas pastillas en una agenda como cualquier otra, que no llamara la atención, camuflándose entre libros juveniles y de estudio. En ese tiempo que dejé la medicación hubo días horribles pero también días agradables, donde me reía y parecía sentirme bien, pero ninguna buena calificación en la escuela ni charlar con alguna amiga me sacaba la idea de la mente. Para pasar el tiempo y como no podía dormir, mi mamá me sacaba fotos y yo sonreía, a pesar de todo, porque estaba viva, había sobrevivido, de nuev...

Libertad encerrada

Debí decírselos cuando podía, a quien me dañaba y a quien encubría,  con cada caricia se iba un pedazo de mi vida, y como el polvo en el aire  se esfumaba aquella alegría, y en sus manos morían los sueños que nunca nacieron,  mientras enterraba mis deseos y juegos, dejando la confianza en la vieja caja de recuerdos. Debí decírselos cuando podía, pero sentía que moría, mis años aumentaban y la herida crecía dándole a mi escasa niñez la última despedida. Me daba energía el anhelo de justicia  la inalcanzable superación  y esa necesidad de seguir viva, aunque a escondidas  le rogaba a las pastillas  que me dejaran eternamente dormida. Debí decírselos cuando podía, ese día que mi piel se rompió con el metal,  o cuando pasé la noche entera en el hospital. Mis palabras fueron incomprensibles  o quizás ignoradas,  pero no era tan difícil aquella metáfora, ¿quién entra a la casa que está en ...

La maestra y la niña que dibujaba en clases (cuento)

Era un lunes por la mañana y como de costumbre, había llegado temprano al salón de clases, faltaban unos minutos para que mis alumnos empezaran a llegar y hasta que se acomodaran para entrar al salón, tenía un buen rato para adelantar los trabajos y exámenes que me habían quedado pendientes y no había corregido. Los iba a calificar en ese momento ya que conociendo a mis alumnos estarían ansiosos por saber cuál fue su calificación. Todos los niños habían sacado notas similares, pero Sofía de nuevo se había equivocado mucho, es raro en ella, tiene mucho potencial para las matemáticas pero últimamente una simple suma o resta se le hacía muy complicado. La había estado observando en el examen y pasó más tiempo viendo la hoja en blanco que realizando los ejercicios. Le corregí los errores y escribí que siguiera esforzándose por mejorar cada día más, no me gusta la idea de humillar a los niños y escribir que desaprobaron con un marcador en color rojo y que ocupe casi toda la hoja.  ...

Ignorancia, silencio, indiferencia: los mejores amigos de los abusadores

Estar hoy de pié y dispuesta a contar mi historia hace que ya no sea más una víctima sino una sobreviviente. A veces me preguntan qué fue lo más valiente que hice, y sin duda la respuesta es haberle puesto nombre a las tormentas que me perseguían desde niña. Confesar que fui víctima de abuso sexual en la infancia no fue nada fácil, decir quién me había hecho tanto daño tampoco. Fue una decisión que me llevó tiempo, años... Mi nombre es Micaela y fui abusada por mi papá biológico durante años. Cuando conté mi historia en las redes sociales lo hice de forma anónima, la vergüenza me carcomía por dentro, pero hay algo que tuve que aprender con el tiempo y es que esos sentimientos de vergüenza, culpa, suciedad, solo le pertenecían a una persona y no era a mí, sino a quien había tomado la decisión de usar mi cuerpo como un objeto. Mostré mi rostro junto a mi historia diciendo, ¡sí, soy yo! y doy la cara porque la vergüenza no es mía.  No soy lo que viví, no soy los miedos, ni las...

¡Presta atención a los dibujos de tus hijos!

La mayoría de los niños suelen dibujar muy a menudo, es su manera de expresarse, de contar cómo se sienten, qué hicieron en las vacaciones, a qué jugaron... pero no siempre los dibujos son de arcoíris y flores, hay muchos que como personas adultas los vemos y sabemos que algo no anda bien. ¿Será que está imitando algo que vio en la televisión? ¿será un dibujo de terror? ¿o estará dibujando lo que no puede poner en palabras? Muchas veces es su única manera de contar lo que sucede cuando están pasando por una situación de abuso o maltrato. Si los dibujos o juegos de tus niños te llaman la atención, no dudes en preguntarle: "¿qué quisiste dibujar? ¿quién es esta persona? ¿qué está haciendo?" y ante la más mínima sospecha de que puede estar siendo víctima de abuso es sumamente importante ir con un especialista. A veces ellos piden ayuda a gritos pero somos nosotros quienes no sabemos entender el lenguaje que tienen ellos y su manera de expresarse, por lo tanto:  Tengamos en...

El enemigo está en casa; tíos y primos son los principales abusadores de niñas en México

Al menos 4.4 millones de mexicanas de 15 años y más sufrieron de un abuso sexual durante su infancia; por desgracia, los principales agresores fueron miembros de su familia, reveló un estudio de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del Inegi. De acuerdo con el recuento realizado en 2016 y con vigencia de cinco años, los principales atacantes son los tíos (as) y primos (as) con 20.1 y 16.0 por ciento de casos, respectivamente. Le siguen los hermanos (as) con 8.5%, otros familiares 6.4%, padrastro o madrastra 6.3%, padre 5.8%, abuelo (a) 3.7% y madre con .5%. Agresiones contra niñas En el caso de las agresiones sexuales en la infancia, el 6.4% de las pequeñas reconocieron los tocamientos, el 3.9% de intento de sexo forzado. Además, enumeraron la obligación a ver o mostrar los genitales 3%, sexo forzado 2.5%, sexo forzado por dinero o regalos .8% y obligar a que vea pornografía .8%. Cabe señalar que más de la mi...